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Fuente: Diario Co Latino, 22 y 29 de Julio 2005Carta pública a FIAGRO I y IIPor Dagoberto Gutiérrez Carta I (22/07/2005)Estimados amigos de la Fundación para la Innovación Tecnológica Agropecuaria, me alegraron sus análisis sobre el Ante Proyecto de Ley de Bio Seguridad de Organismos Genéticamente Modificados, presentado por la Unidad Ecológica Salvadoreña y la Red Ciudadana frente a Transgénicos en El Salvador, a la Asamblea Legislativa. En realidad nosotros presentamos este Ante Proyecto con el fin manifiesto de iniciar el proceso legislativo de formación de ley y lo hicimos después de un proceso de discusión, de elaboración, de reelaboración, de consultas, de acuerdos y desacuerdos como procede en todo proceso realizado en el seno de los movimientos sociales. Nos satisface mucho, que ustedes consideren que el tema de los productos de la Bio Tecnología moderna constituye un aspecto prioritario a desarrollar en El Salvador y sobre todo, el uso y manejo seguro de estos productos. Ambos sabemos que una cosa es el tema de la Bio Tecnología y otra cosa es el uso y manejo seguro de sus productos y, por eso, cuando consideramos prioritarios estos aspectos, tal y como lo consideran ustedes, hemos de coincidir que en realidad, en el país no aparecen, hasta ahora, como un tema verdaderamente prioritario y podemos contribuir a que en efecto lo sea así. Sin embargo, no creemos, como ustedes, que se trata de dar cumplimiento a las exigencias del comercio nacional e internacional, por que entonces no estaremos abordando las verdaderas prioridades de nuestro país, sino las de las grandes empresas trasnacionales y algo más, los mismos tratados y convenios internacionales, ratificados, no podrían ser cumplidos en todo aquello que confronte con los intereses comerciales; es más, sin el conocimiento científico mínimo el país no podrá incursionar, ni en el comercio ni en el mercado. Vuestra Fundación para la innovación tecnológica agropecuaria reconoce, y es muy importante, la existencia de lo que ustedes llaman vacíos en aspectos normativos y de procedimientos sobre el tema; pero en realidad hemos de coincidir en que de lo que se trata es de ausencia de una política explícita dentro de la cual esté contenido el interés normativo; es cierto que ese es el camino correcto, pero en la realidad, funciona una política implícita que es aquella que se aplica realmente y establece un mercado para estos productos, sin regulaciones, sin capacidad científica nacional, sin seguridades para la biodiversidad, para la agricultura y los seres humanos y sin condiciones para establecer, lo que ustedes llaman muy bien verdaderas prioridades nacionales. Frente a esta política implícita trabajamos nuestro proyecto de ley. Estas prioridades suponen en verdad un trabajo interinstitucional e intersectorial y este esfuerzo, sin embargo, no es apreciable en nuestro país y muy posiblemente lo será por que no existe, o por que es muy pequeño y no visible; en todo caso, dentro de este proceso debe situarse un amplio esfuerzo consultivo y de nuevo, coincidiremos ampliamente en que esa practica consultiva tampoco existe en nuestro país y nos resulta, estimados amigos, una afirmación injusta pretender que la Unidad Ecológica Salvadoreña realice un amplio proceso que corresponde realizar al aparato gubernamental o a la sociedad sin el Estado. En todo caso estamos seguros de haber realizado una consulta mayor que la que se realiza para cualquier ley aprobada en el país. Solo recordemos a la Ley de la Dolarización. El marco regulatorio en efecto, debe de estimular la
investigación científica, debe de asegurar la seguridad
ambiental del país, la seguridad alimentaría, la bio diversidad,
la pervivencia de su agricultura, la salud de sus habitantes, humanos
y no humanos, la formación de un personal científico nacional,
también la transferencia tecnológica en beneficio del país
y sobre esta base, y solamente sobre esta base, podremos hablar de un
estímulo a la inversión nacional o extranjera, por que de
otro modo estaremos entregando el país en las manos sinuosas del
mercado internacional sin ninguna defensa del interés nacional
y mucho menos de los intereses prioritarios. Carta II (29/07/2005)Ustedes consideran que lo más importante de vuestras reflexiones es la conclusión sobre la inviabilidad de nuestra propuesta de ley y además, recomiendan la improcedencia de iniciar su discusión y mucho menos su aprobación. Aquí tenemos tres figuras importantes que merecen ser pensadas y repensadas, por que un proyecto de ley es inviable solamente cuando carece de la correlación política necesaria para ser aprobada y si ustedes están pensando en esto podemos coincidir; pero cuando un proyecto, como este, promueve la discusión abre paso a las ideas fundamentales que se mueven en el tema, independientemente de su aprobación en la Asamblea Legislativa; es decir que es la discusión el elemento más importante de esta temática, por que esto supone discusión y divulgación, participación y conocimiento y en definitiva supone el rompimiento del silencio sobre una temática tan quemante y tan cara. Queremos creer, estimados amigos, que cuando ustedes recomiendan no discutir la propuesta se están dirigiendo a la Asamblea Legislativa, por que de otro modo no entenderíamos que el proyecto les merezca a ustedes un documento de dieciocho hojas, con lo que están diciendo que vale la pena discutirlo. Otra cosa será su eventual aprobación o no aprobación, por que tanto ustedes como nosotros sabemos que eso no depende, a ciencia cierta, de la Asamblea Legislativa y suponemos que tampoco de ustedes y mucho menos de nosotros. Les recordamos que la mínima actitud científica supone discusión e intercambios y esto es comunicación, por que siendo este tema uno de los que mejor relacionan lo técnico y lo político, resulta fundamental determinar con suficiente claridad y anticipación cuales son los factores políticos que vuelven viable una legislación de este tipo y, dentro de esta consideración, resulta básico determinar cual es el papel del Mercado y cual el papel del Estado y luego de ello, definir desde donde pensamos y hablamos, por que la Unidad Ecológica Salvadoreña no habla ni piensa desde el mercado y tampoco lo hacemos desde el aparato de Estado, todo nuestro pensar y actuar se vincula, con tenacidad, al accionar de las Comunidades, y a todo su hacer cotidiano. Es interesante saber desde dónde habla FIAGRO, por que este es un aspecto más importante que saber qué es lo que dice FIAGRO. Ustedes afirman que la aprobación de nuestro proyecto
de ley sería contraproducente al país, y coincidimos parcialmente
por que es probable que lo sea en efecto para un determinado sector del
país, para aquellos que quieren negociar con la vida, que consideran
mercancía la naturaleza y que piensan que la clave de la existencia
son los negocios; pero no pensamos que este sea un sector mayoritario;
pero en fin, es útil vuestro análisis como inicio de una
discusión que sin duda será fructífera.
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